Sí, yo sé que dije que jamás lo haría, mas las circunstancias me han orillado a faltar a mi palabra. Debo leer al condenado Quijote. A regañadientes, pues sé (por simple presentimiento) que con seguridad se me hará tedioso, lento y sin alma. Pues, venga... que la madrugada apremia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario